Este es el corrido del caballo blanco,
que un día domingo feliz arrancara
iba con la mira de llegar al norte
habiendo salido de Guadalajara.
Su noble jinete le quitó la rienda
le quitó la silla y se fue a puro pelo
cruzó como rayo tierras nayaritas
entre cerros verdes y lo azul del cielo.
A paso más lento llegó hasta Escuinapa
y por Culiacán ya se andaba quedando,
cuentan que en los Mochis ya se iba cayendo
que llevaba todo el hocico sangrando.
Pero lo miraron pasar por Sonora
y el valle del Yaquí le dió su ternura
dicen que cojeaba de la pata izquierda
y a pesar de todo siguió su aventura.
Llegó hasta Hermosillo, siguió pa' Caborca
y por Mexicali sintió que moría
subió paso a paso por la Rumorosa
llegando a Tijuana con laluz del día.
Cumplida su hazaña se fué a Rosarito
y no quiso echarse hasta ver Ensenada,
y este fué el corrido del caballo blanco
que salió un domingo de Guadalajara.
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