Te recuerdo todavía con la cara desvelada
la ternura en la sonrisa y el verano en tu espalda,
era casi de mañana, me dijiste hasta luego
te marchaste lentamente convirtiéndote en recuerdo.
Mis manos no pueden olvidarte, mis ojos extrañan tu mirada
y tu piel de azúcar en mis manos se vuelve salada,
es inevitable la nostalgia, me duelen los días a tu lado
y no me resigno a perderte de brazos cruzados.
Todo el tiempo transcurrido me lastima íntimamente
y pensar en tu regreso me resulta insuficiente,
para mi no hay nada eterno y quieres ver estar contigo
nada mas que por salvarme y creer que sigo vivo.
Mis manos no pueden olvidarte, mis ojos extrañan tu mirada
y tu piel de azúcar en mis manos se vuelve salada,
es inevitable la nostalgia, me duelen los días a tu lado
y no me resigno a perderte de brazos cruzados.